Este servicio no necesariamente se utiliza para fines inapropiados, si no para evitar spam, debido a la gran facilidad que hay para encontrar en ellos las direcciones de correo y datos de contacto (que deberían estar actualizados) de titulares, por lo que son una fuente inagotable para empresas dedicadas a este tipo de cosas.
Sin embargo, esconderse no es una política que guste a Google, y más aún teniendo en cuenta que le interesa bastante la información que se oculta.
Para la ordenación de los resultados, Google tiene en cuenta al titular del dominio y su historial. Si se trata de un titular que ha tenido penalizaciones, lo quiere saber para estar atento a sus "fechorías" en caso de que se repitieran, y naturalmente para darle menos relevancia en los resultados que a otro titular con mejor trayectoria.
Así pues, lo mejor que se puede hacer es intentar que los datos del titular puedan ser consultados libremente. Así se mejora la credibilidad online, y Google valorará mejor la página.