Al principio. Ante la posibilidad de disponer de un blog, las empresas tienen unas dudas similares, que son las que pueden llevar a desestimar una opción que a largo plazo puede ser la clave de un gran éxito.
A grandes rasgos, estas preguntas son:
El progreso constante de Internet, cada vez obliga más a que las páginas web se actualicen y crezcan en contenidos y páginas.
Para hacer que una página crezca, incremente progresivamente el número de visitas, y que a largo plazo sea una fuente constante de nuevos clientes, sólo hay una solución. La incorporación frecuente de nuevas informaciones y la actualización de las ya publicadas que lo requieran. O, dicho de otro modo. Los contenidos frescos y actuales.
En este contexto, el espacio de noticias no sirve, puesto que limitarse a hablar de la propia empresa o temas estrechamente relacionados, en poco tiempo nos puede dejar sin argumentos. Por contra, si lo que se habla es de aquellos asuntos de interés que afectan a todo el ámbito de la actividad. Al poder hablar de proveedores, comentar nuevas legislaciones o nuevos artículos que aún no han salido pero que ya han sido presentados, o curiosidades varias. La información disponible, y los temas a tratar o comentar, se hacen inagotables.
Visto esto, tener un blog de empresa y publicar pequeños comentarios, aunque sea semanalmente, es la mejor manera de que una página dé el máximo rendimiento a largo plazo. Puesto que con el tiempo, el blog se convierte en un punto de información y fidelización, que no sólo sirve para ser encontrados en Internet, también para generar confianza a los usuarios actuales y a los futuros clientes. Y si se gestiona adecuadamente. El blog de la empresa, la puede terminar convirtiendo en una referencia en su sector de actividad.